- La condesa de Estraza dijo...
- Qué pezado de sirvengüenza, maltratador, acosador sin descanso que me dio la del pulpo el cobarde de mierda durante meses y meses seguidos, y yo en silencio aguantando los palos, y abrir el ordenador para mí se convirtió en una tortura diaria que me costaba las fuerzas que no tenía el llegar a superar, pero había que abrirlo, yo trabajo aquí, sentada frente a la pantalla. Sin compasión la paliza, con alevosía terrorífica, prepotente individuo sin potencia ninguna, de una soberbia enfermiza, presumidete a lo vasco, fanfarrón, traidor, fulero, julai, primo en el fondo porque escasea de luces y le utilizaron, egocéntrico, torpe como una mula el repugnante personaje físicamente, la grima con patas para resumir. Nunca me he sentido tan aliviada como cuando este elemento se pasó al desconocido enemigo de repente -¿quién dirigio la cacería?- y me dejó de llamar diariamente por telefóno todas las noches desde el trabajo, que esa es otra, cada vez más subidas de tono las llamadas, qué se creería semejante miserable, el muerto de hambre que no tiene otro remedio que circular ahora escondido por la red cuando se llegó a pensar el cacho de carne con ojos todo un santón del medio. ¡Qué ganas tengo de echármelo a la cara! A este y a otr@s, Caballero, creo a estas alturas que he superado todo lo superable, y más, únicamente movida por el deseo de volverme a encontrar con el indecente sujeto de donosti, con sus compinch@s y con jefes hampones que no tienen un guantazo, por otra parte y esa es otra, y mi acierto fue callarme durante la curra y frenar las fuerzas de las que disponía, dispongo y dispondré siempre. Un tipo que da repelús el tal Mamarrachín, como alguien le bautizó muy acertadamente pues por donde pasó no dejó otro rastro que el del insulto y la descalificación y ahí está también la que les formó a la gente del toreoenredhondo, que con la ignorancia supina que le carcteriza y de toros pegado desde el lejano San Sebastián, quiso gobernar Las Ventas engañado por un par de pájaros que decidieron ponerle precio a mi cabeza por un asunto que no les pertenecía. Un asunto personal que sólo corresponde a la intimidad del pobre conde de Estradas (que mal fin tenga y la tiene echada por la "jechaora" y de esa no se escapa) y a la de servidora. A ver, valientes, quién se come ahora el marrón pendiente, a ver quien es el guapo que le pone el cascabel al gato, que aquí estoy para vuestra desgracia, sana y salva sorprendentemente, ¿os atrevéis ahora a seguir linchándome? Maricones, que sois una banda de maricones, huecas, porque los hombres en toda tierra de garbanzos y me dirijo desde el de la Corona sobre la coleta ridícula hasta el Asador de Pitxos, pasando por el grajo de Pgmacías, presente con su firma desde el primer ataque al último llegado desde Granada en el hastaelrabo.blog (en toda la curra recibida Pgmacías presente, ojo) van los hombres por la vida de otra manera, decía, sencillamente como van los hombres: con hombría como mínimo. La condesa de Estraza
- 13 de diciembre de 2011 14:37
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