Dejamos el tema en la afirmación de Carmen Esteban de que los toros programados en Cenicientos eran unos monstruos y le replique que eran toros con trapio y que los monstruos eran los capidisminuidos animalitos inofensivos que torean José Tomas y otros bailarines mas o menos rítmicos que en lugar de tutu se ponen el traje de luces.
Pues bien cuando entro en una discusión me gusta terminarla con fundamento, por lo que al contrario de Carmen Esteban eché mano de la chequera me cruce el Atlántico para ver in situ a los mal llamados monstruos por la Carmen Esteban, en realidad vi monstruos en Cenicientos pero fue en los tendidos, como por ejemplo el queridisimo nuevo amigo y antes enemigo de Carmen Esteban Rosco que iba acompañado de cuatro individuos que mas parecían hacer las funciones de guardaespaldas de un capo mafioso que unos aficionados que asistían a una corrida de toros, la actitud del monstruoso nuevo amigo de Carmen Esteban fue como es su costumbre totalmente displicente con el publico y lo que sucedió en el ruedo, también asistió por separado el ex amante de Carmen Esteban, el muy ilustre Conde de Estradas acompañado de su nueva o quiza ya antigua amiga la aceitera, a la cual abandono durante un periodo de 5 minutos para acercarse a Rosco y su escolta, no se si llevaban la lupara, y rendirle la debida pleitesia, luego la feliz pareja estuvo pelando la pava ajena a lo que sucedía en el ruedo.
Y hablando del ruedo tengo que decir que a veces como en este caso los enfermos de delirium tremens tienen alucinaciones que se acercan a la verdad, casualidad que se produce dependiendo de la calidad del alcohol y costo ingerido y la cantidad de pastillas excitantes y calmantes que acompañaban a las dos sustancias productoras del delirio.
Porque si los toros no eran capidisminuidos de cabeza si eran monstruos por las diminutas y cortas proporciones de su cuerpo, y realmente idiotizados a la hora de embestir, lo que hacían cansinos si pidiendo perdón al hombre que sostenía el trapo rojo si por casualidad lo rozaban.
Toros hechos, criados y seleccionados para los ídolos bailarines sin tutu de Carmen Esteban pero que salieron defectuosos con unas cabezas desproporcionadas enormes para sus dimensiones y que no sabían si eran para utilizarlas de cañas de pescar o quizá creían que eran enormes foronculos, por ese y no por otro motivo la corrida fue llevada a Cenicientos y matada por tres pobres, toreros, merecedores del nombre de toreros del fondo del escalafón, que al encontrarse ante animalitos inofensivos no supieron hacer el ballet correspondiente, y no pudieron torearlos con sus escasos recursos ya que los animales no habían sido criados para este menester sino para ser pareja de baile de la figuras del G-10 o similares, ayer en vista del fracaso y que los toros también eran procedencia Domecq no asistí como tampoco lo hizo el Capo Rosco y su escolta portadores de supuestas luparas, ni la feliz parejita que forman el Conde de Estradas y la cándida aceitera.
Por lo que me he enterado salieron unos animales regordios que se comportaron tan subnormalmente como sus familiares de encaste lidiados el día anterior, de los que se diferenciaban por estar menos contrahechos.
Solo resaltar que a pesar del fracaso Cenicientos demostró que es ya la única plaza que quiere estar en su lugar, cosa que a pesar de los palmeros no hacen ya ni Vic ni Ceret, pues lo que era responsabilidad de los empresarios quedo totalmente a salvo por las agresivas cabezas de los monstruos provocadores de deliriums tremenes y el volumen de sus primos lidiados el día siguiente.
Al estar en España declaro reabierto oficialmente el blog pero con la continuidad habitual que se recuperara a partir del 1 de septiembre en que estaré de nuevo en mi querida residencia colombiana.
Anónimo dijo...
