Digamos que esta entre es de transicion pronto llegara mas "chicha" con Polo y Corrochanito.
viernes 29 de agosto de 2008
LOS LAPSUS Y LA SUBNORMALIDAD
El vitriólico, resentido, embustero y repugnante Detritus sigue haciendo el ridículo, para variar. En uno de sus últimos posts, para cuando se publique éste ya habrá colgado unos cuantos más de sus insufribles y estúpidos engendros, arremete contra Alma (Toros y Arte) y su crónica del pasado domingo en Las Ventas. Un lapsus, a lo que todos estamos expuestos, le jugó una mala pasada y al reseñar la ganadería escribió Romero de la Cova, algo que cualquier aficionado asimila a Moreno de la Cova, entre otras cosas, porque una existe y otra no. Aprovechando el error le dedica una entrada plagada de soeces insultos, ilustraciones de pésimo gusto, como tiene por costumbre, y otra serie de lindezas absolutamente desproporcionadas propias de su ínfima catadura y su proverbial baja ralea. Hasta aquí nada extraño porque todos sabemos como funciona este asqueroso individuo.
Lo sorprendente, ¿se puede ser más subnormal?, es que todo ésto lo haga un tipejo que el pasado 29 de junio realizó una crónica, absolutamente ininteligible y rebosante de errores sintácticos y ortográficos, como todas las suyas, de lo que vio desde Colombia de una corrida de toros celebrada en Zaragoza y en donde confundió a Salvador Cortés con Salvador Vega (ambos, evidentemente, existen y se visten de luces en la actualidad), no una, sino varias veces como se puede apreciar en el pantallazo que ilustra este post. Un ejemplo más del rasero de medir de este estrábico analfabeto, bufón grotesco y personaje convertido en la rechifla y en el hazmerreír de toda la blogosfera. Claro que, en contraposición, tampoco ha dedicado nada especial a su mentorante -que diría el inefable Don Julián-, la cual se autotitula periodista y fue, según ella, amiga, seguidora, admiradora, discípula, y todo lo que se quiera inventar, de Alfonso Navalón, cuando ésta confunde públicamente (por si hay dudas tengo archivado también el pantallazo) la fecha de su fallecimiento. Y éso que solamente han transcurrido tres años. En fin, si no fuese para partirse el culo de la risa sería para llorar con ruido: ¡es que tiene cojones!
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