martes, 21 de febrero de 2012

ULTIMA DE BOGOTA

Corrida de figuras a la cual no asisti por lidiarse ademas toros de Ernesto Gutierres o sea el anti-toro de liadia, el animal que llena de razon al anti-taurinismo galopante y que tanto gusta a las figuras mandoinas y que se llevan el dinero.

Y no tienen bastante con esto que protagonizan escenas como esta que no relato yo sino www.voyalostoros.com:


Sobre las 11:10 de la mañana llegó a los corrales de la plaza el señor matador de toros Roberto Domínguez, apoderado de El Juli y hombre muy querido en estas tierras para observar los astados que serían sorteados por parte de los representantes presentándose a mi modo de ver un hecho bastante molesto, incomodo para alguna de las partes, pero sobre todo irrespetuoso con la afición. Domínguez se reunió a parte con los miembros de la Junta, con los representantes de la empresa y los delegados de sus alternantes para manifestar que los toros 109 y 6, rechazados desde el primer momento debían ser incluidos en el sorteo, según él por el bien de la fiesta, que porque el publico venía a la plaza a divertirse y no a ver toros gigantes o zambombos, esto al referirse al toro 134, que no querían que fuera en el encierro y que el reserva fuera también de Gutiérrez y no de J.B.C. Que la empresa debía hacer algo por el bienestar del festejo e intervenir para que se incluyeran los rechazados.

Frente a esta petición, por demás irrespetuosa, la Corporación Taurina de Bogotá manifestó que respetaba la decisión de la Junta Técnica y la Junta por su parte le notificó al representante de El Juli, que los rechazados, rechazados se quedaban y que las reservas eran las que pasaron el reconocimiento por parte de la Junta. Molesto se le vio a Roberto Domínguez e incluso manifestó que a los toreros no les gustarían los toros, pero….


¡¡¡QUE VIVA EL JULI¡¡¡.


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