Por fin nos encontramos en Albacete, el domingo 16 de septiembre, con la verdadera corrida de Toros. Nadie se aburrió, a todo el mundo se le hizo corta la Corrida. Bueno, a lo mejor a los dos toreros que se pusieron delante quizás no se les hizo demasiado corta.
Está muy de moda en los tiempos que vivimos que, por parte de la prensa, se solicite, y se pida, la variedad de encastes, que no todo se base en el monoencaste Domecq y que otras sangres tengan sitio en las ferias. Pues bien, en Albacete se pudo ver precisamente eso, otro encaste, otro comportamiento, otro tipo de animal en definitiva.
Quieren recuperar el Toro de lidia, en Albacete estuvo, quieren recuperar el Toro encastado, en Albacete estuvo, quieren recuperar el Toro bravo, en Albacete estuvo, quieren recuperar la fiereza en los Toros, en Albacete estuvo...En definitiva quieren recuperar y regenerar la Fiesta, que tomen nota de la Corrida de Adolfo Martín en Albacete.
Corrida muy encastada y fiera la enviada por Adolfo a Albacete, de las que se ven pocas tardes, de esas que ya casi han pasado a la historia y de esas que te reconfortan y te hacen recuperar la ilusión pensando que todavía existe el verdadero Toro de lidia.
En general, como digo, fue una corrida muy encastada, con algunos ejemplares verdaderamente bravos, algunos empujando con poder debajo del peto, otros, como el tercero, con verdadero temple en la muleta con esa embestida a cámara lenta tan característica del Toro de Saltillo, casi a la mejicana, aunque bien es cierto que este tercero, el de embestida mas “bobaliciona”, hizo un par de veces amago de rajarse quizá el único detalle feo de la corrida.
Toda la corrida se lidio bajo el denominador común de la Casta, un primer toro, complicado que se metía para adentro y que tuvo mucha codicia se revolvía pronto buscando al torero, un segundo toro, que quizá fue el más completo del encierro, bravo en el caballo y muy codicioso. El cuarto fue otro toro claro para triunfar apostando, codicioso como sus hermanos pedía a gritos colocación y hueco para embestir. Con el quinto y sexto llegó la máxima expresión de la casta.
El quinto fue un toro magníficamente presentado, un tío con toda su barba, bravo y poderoso en el caballo, le dieron para ir pasando, sangrando a borbotones no se vino abajo embistió con muchas complicaciones pero humillado y pronto desarrolló el sentido que da la casta. Y se cerró la corrida con el sexto, otro toro muy en Albaserrada que ya de salida se quería comer al Torero, envió al picador al callejón con el ímpetu se su arrancada al caballo, humilló muchísimo, se revolvía raudo buscando lo que detrás se dejaba. Tuvo un detalle de incansable luchador, con una estocada en lo alto la cuadrilla intentó cerrarlo para que doblara y el toro una y otra vez tiraba hacia los medios siguiendo plantando cara, en definitiva un Toro fiero y encastado de los que no salen habitualmente. Ninguno de los Toros abrió la boca, otro detalle a tener en cuenta.
Por último señalar que a pesar de lo de José Tomás en Nimes. Lo bueno y lo verdadero del fin de semana no ha sido esas orejas, ese rabo, ese indulto del torero de Galapagar ante esos torillo en Francia. Lo verdadero ha sido la gran corrida de Tomás Prieto de la Cal en Ceret el sábado y la encastadísima corrida de Adolfo Martínel domingo en Albacete.
Con corridas así es como la Fiesta puede regenerarse, no con esos torillos semidomesticados escogidos por José Tomás para Nimes y con su “secta” de seguidores alabando los bailes ante esos animalillos.
Y le contesta un buen aficionado:
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Comentarios
Si el 5º y el 6º no fueron fieros y poderosos ya me dirás tu que tiene que hacer un Toro para serlo. Si el segundo no fue un gran Toro por encastado y bravo, dime tu que es lo que tiene que hacer, si el 4º no tuvo muchas posibilidades, dime tu que son posibilidades. El primero ya lo has cantado tu , en cuanto al tercero creo que de borrega de Domecq nada de nada. Toda la vida han salido Toros en Albaserrada con ese temple en la embestida, por despaciosa.
No se con quien y como viste la Corrida, puedo imaginarlo, pero no te enteraste de nada