Cien años y un día después
Pasaron la pasión y el martirio (menos para el Zaragoza, que vaya nochecita). Cesaron los tambores y se hizo el silencio. Ahora, sólo queda que la resurrección se consume. Una vez más (también para el Zaragoza, que si mal andamos en toros, lo de la pelota no tiene tampoco por dónde cogerlo).
La mejor manera de resucitar es hacer limpieza, de lo superfluo, de lo nocivo, de lo que no aporta nada bueno. Empezando por uno mismo y desde dentro. Despojarse de lo que no ayuda a avanzar y tirar para adelante. Siempre.
Lo malo es que la limpieza empieza siendo espiritual y de intenciones y, no se sabe cómo, termina en los cajones y los armarios. Y se encuentra de todo. Cosas que, aunque se acabe de hacer la firme promesa de no mirar para atrás, a veces, al “atrás” merece la pena echarle una ojeada.
Ayer mismo encontré este cartel (impreso en Heraldo de Aragón) en ese fondo de recuerdos sentimentales que mi madre guarda de su padre, mi abuelo, y me temblaron las manos por la coincidencia: 7 de abril, de 1912. De ayer hizo exactamente cien años. Novillada para un Domingo de Resurrección. Dominguín, Celita y Corcito con novillos de Miura. Pinchando en la imagen puede apreciarse un poco mejor el detalle.
Tendido 2 pesetas y andanada 1’60 anuncia el cartel. En realidad, ese precio corresponde a lo que, al reverso, en la lista de precios ( imagen abajo) llama “media entrada para menores de 8 años”. Me da la risa de los precios hasta que mi madre coge el cartel y con sus ochenta y pico lucidísimos años me dice: “¿De qué te ríes? ¿Tú sabes lo que ganaba un obrero en 1912?” Y me callo. Los toros nunca han sido baratos y hoy es el principal escollo para llenar una plaza. Ni torismos, ni torerismos ni taurinismos. Ni un empresario ni el otro. Hoy, además, por barata que se ponga una entrada hay mucha gente (demasiada) que no está para alegrías. Y entonces y ahora, con crisis o sin ella, los menos capacitados para adquirirlas, la gente joven. Según informa la empresa Serolo S.L. en comunicado dirigido a los medios de comunicación, ha lanzado un abono dirigido a los menores de 18 años y a los universitarios mediante el cual, tendrán acceso a los 18 festejos de abono por un precio de 108 euros.
Más información en la web de la empresa
La mejor resurrección para la Fiesta es la gente joven. En otras ciudades con menos complejos que la nuestra (y menos mala milk, probablemente) la cosa está funcionando. La gente joven está volviendo a las plazas. Y esa es la única manera de que esto continue.
(Un inciso, sigo pensando que la página web es un inventazo pero echo en falta publicidad “de la de toda la vida”. Imagino que también es cosa de “la premura de tiempo”, pero la realidad es que la gente se sigue enterando de las cosas también en formato cartelería).
No sé lo que supondría una peseta con sesenta céntimos en 1912. Sólo que cien años y un día después, 6 euros (precio medio al que sale el festejo con el abono), dan para un paquete de tabaco, una caña y muy poquito más. Y según lo que fumes, ni te cuento.
PD No se me pasa el auténtico aniversario de hoy, cincuenta años de la muerte de Juan Belmonte. Vaya pues este acercamiento al pasado en su memoria.
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Además 108:18= 6 sin calculadora ni nada. Que si empezamos con los decimales miedo me da caer en error o imprecisión (y eso que me dedico a la economía).