Hoy Torear rompe su linea de corrupcion y se descuelga con este post:
Toros desde la fila 7 de la grada del seis
Aquellos maravillosos años
Estos días que se ha sabido, por la adjudicataria de la Plaza de Toros de Madrid, que han sido 2.000 los abonos que no se han renovado para la próxima Feria de San Isidro, viéndose obligados por ello a ampliar a dos los días para nuevos abonados, pues a uno, que aún siendo joven, ya no lo es tanto, y como abuelo en potencia empieza a tener batallas que contar, servidor vivió en la capital del Reino(no sabemos por cuánto tiempo) de España durante más de diez años, que como diría Gomaespuma ¿eso cuanto es? Porque más de diez años son tanto cincuenta como once, en mi caso diez años y medio, cuatro de ellos en el CMU Alcalá, fue entonces cuando unos cuantos frikis del Colegio propusieron sacar unos abonos de Las Ventas para sortear las entradas entre los colegiados, alguno nos enganchamos con aquello, y servidor de ustedes cuando se fue del colegio se dispuso a sacar su abono, llegamos a los alrededores de la Plaza el día anterior sobre las nueve de la noche, y nos apuntamos en una libreta que manejaba uno de los reventas, ya no recuerdo que número éramos, pero algo así como entorno al número 70, a las diez se pasaba lista, pasamos lista, y nos fuimos a cenar hasta las doce que se volvía a pasar, los primeros de la lista eran variopintas personas con un aspecto de una salud algo más que perjudicada, y un desdén por la limpieza y el buen aspecto considerable, pero bueno, oiga cada uno a lo suyo, nos fuimos al coche a echar una cabezá, que a las tres se volvía a pasar lista, y a las 5 otra vez, recuerdo que como uno más estaba Jaime Urrutia haciendo cola para sacarse su abono, a esas horas empezaba a haber las primeras ofertas, y por un numero 20 y tantos te pedían entorno 10.000 pesetas, empezaban los rumores, pues este año, han quedado 100 abonos, pues no que han quedado 200, a las 6 se pasaba lista por última vez y se formaba la cola, para que cuando empezaran a bajarse del metro aquello estuviera montado, con la cola montada, y a esas alturas de la noche, ya nos conocíamos todos, a partir del 35, podríamos decirlo, pese a que suene políticamente incorrecto, éramos gente normal, si es que existe la gente normal, nos turnamos para ir a echar un cafelito, a esperar que abrieran las taquillas, recuerdan que les dije que el aspecto de los primeros de la fila no era de los que uno piense que puedan ser el yerno perfecto, pues maravillas de la humanidad, a la hora de abrir las taquillas todos aquellos habían mutado en impolutos hombres de negocios trajeados, y engominados, antes los cuales, quienes habíamos pasados la noche, echando una cabezaita en el coche, y tomando café frio en un termo de todo a cien, parecíamos vagabundos, por suerte salieron 160 abonos a las venta, con lo que a un máximo de 2 por persona, pues me llegó para sacarme una andanada del 7 donde pude ir aprendiendo algo de lo poco que he podido.
Con la cautividad del abono, no me esperaba tantas bajas, pero la gente se harta de comprar chopped que te venden por jamón, y poco a poco va abandonando,pero la Feria de Madrid que está montada sobre la imposibilidad de recuperar un abono perdido, puede dar un giro radical como vuelva a ser fácil ya no solo sacarse un abono, sino conseguir entradas en taquilla para los días que uno quiera asistir. ¿Veremos cuantas tardes se pone el cartel de no hay billetes en San Isidro?
Pdta: Si alguien sabe que ha sido de Nacho Somoza, con el que compartí aquella noche.
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En este caso asumo desde la primera a ultima linea, ojala se diera de nuevo la ocasión.