Rincón taurino de Marcos Sanchidrián, periodista, bloguero y taurino
viernes 6 de abril de 2012
Gesta con sabor a derrota
“Se suspende, hace mucho frío para torear.” Es lo que se escuchaba una hora antes de comenzar el festejo cuando apenas se habían vendido 20 entradas. Por todos los medios querían suspender la encerrona anunciada a bombo y platillo, que tenía por objetivo relanzar la carrera de Sánchez Vara. Pero ni se suspendió, ni se consiguió lo que se buscaba.
La corrida concurso en tierra del toro con mayúsculas era la combinación perfecta para una gran tarde. Pero poco a poco se fue viniendo abajo, hasta diluirse en el olvido. Sánchez Vara buscó lucir en el caballo a sus primeros toros, pero por culpa de la incompetencia de los picadores terminó siendo una corrida más. Mención aparte merece la presidencia, quizá comisionada por parte de alguien para que tuviera el pañuelo fácil. Mala combinación ser empresario y apoderado en la misma plaza.
El Miura que abrió la tarde tuvo un comportamiento extraño desde la salida. Rebrincado, su movimiento era más semejante al del cabestro que al toro de lidia. Tras tres puyazos en los que el toro cumplió sin más, Sánchez Vara completó una labor deslucida paseando al toro de acá para allá sin ajuste ni concierto. Tampoco merecía más el de la A con asas.
El toro de Palha honró la tarde. Precioso, sin exageraciones pero con el trapío propio de su procedencia, aunque sorprendente su capa colorada, poco usual en la vacada portuguesa. Ofreció un buen tercio de varas, que si no fue mejor, fue por culpa del picador, malo de verdad. Iba con alegría, trotando desde la otra punta del ruedo. Hasta 3 veces tomó el hierro, pero como el picador no sabía lo que era el regatón no lo utilizó cuando entró una cuarta vez. Increíble pero cierto, e incluso insulto a los allí presentes cuando se retiraba. La bravura de Godello dejó en evidencia al torero, que no supo poderle cuando pedía distancia y la mano muy baja. Pero aún así, dos orejas pese a que casi nadie las pidió. El presidente no sacó el pañuelo azul para conceder la vuelta al ruedo al toro (fue a sacar el blanco, quedando en evidencia), pero la insistencia del público hizo justicia.
En tercer lugar salió por chiqueros un torazo de Guardiola. Con mucha leña por delante, estaba bien rematado. Pero eso fue lo único, por dentro estaba vacío. Su presencia causó el pánico en los primeros tercio, pero al llegar a la muleta se paró, creando problemas al diestro alcarreño. Abrevió y pasó un quinario para entrar a matar y pasar esos pitones.
Otro hierro portugués, en este caso el de Murteira Grave era para llevárselo a casa. Un castaño precioso de hechuras, cuajado, bien armado, hondo, con mucha caja. De los que tendrían que embestir. Pero ya se sabe que en los toros suelen romper todas las normas porque se vino abajo muy pronto. Se paró y no quiso pasar, ni para dejar la estocada.
Deslucido fue el quinto de Dolores Aguirre. Avacado, cornivuelto, bajaba con respecto al conjunto de la corrida junto al de Miura. De mala condición, solo tragaba de uno en uno ya que se quedaba muy corto.
Cerró el concurso el santacoloma de Rehuelga que, sin exageraciones, era un tío. A veces no hace falta ser tan destartalado, como el caso del de Guardiola, para mostrar seriedad. Fue el más noble de la tarde, con clase pero rajado. Tenía un tranco lento por lo que se templaba la embestidad, llegando a los tendidos. Aquí llegaron los mejores momentos de Sánchez Vara, que le robó muletazos más que dárselos. Otras dos orejas muy cuestionables.
Cenicientos. Toros de Miura, Palha (Golleto nº18 colorao premiado con la vuelta al ruedo, ganador del concurso), Guardiola, Murteira Grave, Dolores Aguirre, Rehuelga.
- Sánchez Vara (Tabaco y oro) Silencio, dos orejas, silencio, silencio, silencio y dos orejas.
Publicado porMarcos Sanchidriánenviernes, abril 06, 2012
Etiquetas:Cenicientos,Dolores Aguirre,encerrona,Miura,Murteira Grave,Palha,Rehuelga,solitario,Sánchez Vara
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