Toros de Valdefresno, correctamente presentados, 2º y 6º los de menos cuajo, nobles y flojos en general, 5º inválido, 1º bravo fue tundido en dos puyazos fuertes, 6º manso. Pesos entre 501 y 606, nacidos entre octubre/2007 y marzo/2008. Dos tercios de entrada.
Curro Díaz: pinchazo hondo y estocada trasera desprendida (algunas palmas, sale al tercio a saludar por su cuenta y moderada división). Estocada caída (silencio).
César Jiménez: pinchazo, estocada caída y un descabello (silencio). Estocada honda perdiendo la muleta (silencio).
David Mora: estocada desprendida (oreja con protestas). Estocada perdiendo la muleta y saliendo volteado, aviso y un descabello (oreja con protestas). Salió por la Puerta Grande entre aplausos y protestas.
Todos hemos vivido alguna Puerta Grande con algunas protestas, a menudo se ha cortado una oreja en cada toro y justito a hombros. Pero hoy, más que eso, ha sido una sensación de tristeza. Cuando simplemente se cumple el Reglamento pero allí no aclama nadie, la soñada Puerta Grande pierde su sentido.
Era realmente triste ver a David Mora dando la vuelta al ruedo del 6º, aquel que permitía el triunfo, entre tímidos aplausos. Independientemente de las orejas cortadas, una salida a hombros tiene que ser aclamada. Lo contrario, vuelve la escena en algo grotesco. Pena daba David Mora, y no admiración, cuando pasaba bajo el 7 pidiendo educadas disculpas.
David Mora había iniciado lances a la verónica en el 3º cuando cayó en la cara del toro, improvisando una larga de rodillas y dos por alto a una mano soberbios de emoción. Ese toro empujó en el caballo con cierto celo pero con la fuerza justa. Después de quitar a la verónica, comenzó el muleteo largo y por detrás. Tandas de derechazos, jaleada la primera, diluyéndose el resto y al natural. Hubo sensación de se va sin torear, allí faltaba hondura y especialmente mando.
Pero si alguien echaba de menos el mando, tuvo que ver el 6º, un manso desde el primer tercio, saliendo suelto y flojeando. Correteaba el toro por todos los terrenos y David Mora intentando componer la figura cuando aquello pasaba, sin sometimiento alguno. Aquí lo que priva es ponerse más o menos flamenco, si se torea o no...calla reventador....
Curro Díaz y César Jiménez se superaron en mediocridad. El primero permitó una buena tunda al 1º, un toro que empujo con todo en el caballo, encelado y fijo hasta casi consumirse, cuánto habríamos disfrutado de tres puyazos medidos...calla nostálgico, eso es en los tentaderos. Curro Díaz le daba pausas pero pronto cabeceó por falta de fuerza hasta pararse. Otro que después de estirarse en dos derechazos, decidió salir a saludar al escuchar unos pocos aplausos. Únicamente diez años atrás, ni se le habría ocurrido.
César Jiménez dio pases por aquí y por allá, sin que el público le diera importancia alguna. Además el 5º se le echó por un momento.
La gente quería a David Mora y punto. El Presidente, Julio Martínez de nombre, tuvo una buena papeleta pero aquello sobraba. Una Puerta Grande pidiendo perdón. ¿A quién le satisface?
Un cordial saldudo.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario