lunes, 9 de abril de 2012

UNA TERCERA VIA ENTRE LA RADICALIDAD DEL CEMENTOI Y LAS RIDICULAS PANCARTAS DEMAGOGICAS

La Charpa del Azabache en este post propone una tercera via de propuesta que me parece no tansolo interesante explorar sino poner an practica antes de llegar a la radicalidad de boicotear la venta de abonos, tercera Via que ademas es mas facil que llevar a la practica que la via radical pero que de no funcionar quiza hara mas facil que la temporada que viene se boicotee la venta de abonos y entradas.

IMAGINE

john-lennonImagina que al margen de tus años, por breves o por holgados, te haces valer como el aficionado docto y enterado, entusiasta y ardoroso, que cultiva su inclinación taurina con un enardecimiento primerizo y un empeño conmovido.
Imagina que, ajeno y desdeñoso a toda esa corriente biempensante que aspira a recluir la liturgia taurina en el formol de un envase de vidrio sellado, ejerces un apostolado juicioso y comedido, discreto y recatado, equilibrado y reflexivo, de cara a una sociedad que desprecia todo aquello que ignora.
Imagina que abdicas de cualquier tentativa inerte que aboga por renovar un abono que lo único que actualiza en ti es un balido melifluo y sumiso, sojuzgado y sometido, porque eres consciente de que, a pesar de que el ceremonial no atraviesa su mejor momento, tu propia dignidad te impide permitir el soterrado secuestro que supone dejarte chantajear por quienes no mueven un dedo por hacer valer una tradición que les ha hecho ricos.
Imagina que te muestras lúcido ante el papel que representa la prensa “autorizada”. Y entiendes que, allí donde tú haces esfuerzos económicos, familiares y laborales, ellos lo resuelven con un pase de prensa que les acredita una gratuidad y una representación en tu nombre que tú nunca has concedido.
Imagina que los toreros se tengan que hacer portavoces de tus aspiraciones e ideas, deviniendo en el arquetipo de representación social que proyecta tu propia realidad en un ruedo, catarsis y metáfora de tu propia vida. Que se pliegan, realmente, a tu paradoja y a tu inquietud existencial trascendiendo su mero papel expositivo.
Imagina que el negocio que prospera a tu costa, oscuro trasunto que emponzoña y envilece lo que nació del pueblo y al pueblo corresponde tutelar, se ve en la obligación de acatar tus inquietudes y afanes, respondiendo a cuanto económicamente se mueve para garantizar la transparencia e inviolabilidad de un ejercicio en el que no caben albañales.
Es muy probable que todo esto te suene a utopía irrealizable, entre otras cosas, porque ni siquiera se ha intentado. Pero los acontecimientos también obligan a nuevos modos de mirar.
Ese Cioran al que tanto placer causa citar comentaba no saber cuántas soledades hacían falta para cambiar el mundo, pero era consciente de que sólo unas pocas eran suficientes para hacerlo temblar. ¿Eres tú de esas pocas?
Si así fuera, imagina qué resonancia social y mediática tendría que el venidero 5 de mayo, vísperas de San Isidro, una marea humana se diera cita en la explanada de Las Ventas para, de forma tan pacífica como testimonial, evidenciar su desaprobación a un ciclo ferial impropio y disminuido, infame y devaluado, indigno y vergonzante. Su censura a un modo de hacer por parte de empresas y administraciones ramplón y sospechoso al que no cabe dar pábulo. De nada sirve que una parte del sector se mueva cuando otra -la más potente- ha erigido su estatus a base de inmovilismo, Y todo ello con el inherente y autómata consentimiento por falta de acción de quien sufraga el espectáculo. Ya es hora de que el aficionado haga algo más que pagar.
De igual modo, imagina que el día 17 de mayo, día en que se celebra la corrida que concita el único cartel que pudiera llamarse rematado, los abonados mostraran su rechazo a la bajeza empresarial a que están expuestos no asistiendo a esa corrida, permaneciendo en el exterior de la plaza como medida de protesta y repulsa. Quizá entonces, cada estamento supiera el papel que las circunstancias le exigen representar. Y es que un cartel en el que dos de los intervinientes tienen como apoderados a dos de los empresarios de la plaza, junto con un tercero apoderado por otros que tal bailan, es una flagrante y evidente tomadura de pelo.

El aficionado está en la encrucijada y no lo sabe. Así pues, o sigue asistiendo como impasible espectador a la crónica de una muerte anunciada, o aparta la niebla y se pone en el camino de un cambio de piel y señas de identidad.
Imagina. Al menos, imagina.
Francisco Callejo
P.D: “You may say I’m a dreamer
but I’m not the only one.
Maybe someday you will join us
and the world will be as one”

John Lennon

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